Aunque existen múltiples factores que pueden estar directamente relacionados con la presencia de cáncer de piel, el sol es uno de ellos y el más importante, durante los meses de altas temperaturas.
Con la destrucción progresiva de la capa de ozono a causa de los gases emitidos por parte de las actividades químicas e industriales, las radiaciones filtradas pueden ser más negativas para nuestros tejidos. Tanto es así que en zonas especialmente sensibles del planeta como Australia, los casos de daño en la piel se disparan enormemente.
De este modo, para evitar el riesgo del cáncer de piel durante el verano es muy importante que lleves a cabo una serie de recomendaciones mínimas que te protejan de las serias radiaciones.
Mantén tu piel hidratada notablemente, tomando al día mínimo litro y medio o dos litros de agua. Un alto contenido en agua permite que tu piel se mantengan en un estado saludable y que la acción del sol sea menos perjudicial. Las bebidas gaseosas son contraproducentes al igual que el café excesivo, al aumentar el potencial de oxidación de los tejidos.
Utiliza siempre cremas con un factor de protección solar adecuado. De esta forma, podrás tomar el sol con total tranquilidad sin necesidad de sufrir quemaduras, arrugas u otro tipo de imperfecciones que van asociadas al verano.
Como puedes comprobar, hacer frente al cáncer de piel no es problema teniendo en cuenta que con el calor, el riesgo a sufrir quemaduras dañinas aumenta. ¿Te gustaría disfrutar de una piel joven y tersa? Descubre los consejos de nuestra clínica.
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